Si uno observa la web institucional del Ministerio del Ambiente, podrá constatar que existe un marco conceptual y normativo bastante desarrollado, si consideramos el tiempo de creación de dicho sector, cuyo objetivo es planificar, promover, coordinar, normar, sancionar y supervisar las acciones orientadas a la protección ambiental y contribuir a la conservación del patrimonio natural.
Fue creado mediante Decreto Legislativo Nº 1013. De otro lado, es gratificante comprobar la diversidad de instituciones y proyectos que vienen trabajando los temas de gestión ambiental; ONG, universidades, colegios, clubes rotarios etc.; sin embargo, se conoce poco, o por lo menos la información es limitada y difusa, sobre el trabajo, avances y logros en el tema de parte de los Gobiernos Locales.
Las Comisiones Ambientales Municipales
- CAM son las instancias de gestión ambiental creadas por las municipalidades provinciales y distritales, encargadas de coordinar y concertar la política ambiental municipal. Promueven el diálogo y el acuerdo entre los sectores público, privado y la sociedad civil. Articulan sus políticas ambientales con las Comisiones Ambientales Regionales y el Minam. Mediante ordenanza municipal, los Gobiernos Locales Provinciales y Distritales aprueban la creación, el ámbito, la composición y las funciones de la Comisión Ambiental Municipal - CAM (Inc. 17.1 del artículo 17º del D.L. Nº 1013 – Ley de Creación del Ministerio del Ambiente); asimismo, apoyarán al cumplimiento de los objetivos de las CAM, en el marco de la Política Ambiental Nacional (Inc. 17.2 del artículo 17º del D.L. Nº 1013 – Ley de Creación del Ministerio del Ambiente).
Cabe señalar que de cerca de 2,000 municipalidades, sólo 353 reportan haber instalado su Comisión Ambiental Municipal, esto no es ni el 20% del total de municipalidades. De otro lado, una cosa es que se hayan instalado y otra es que éstas funcionen y evidencien avances y logros concretos, en algunos casos se han instalado, pero funcionan de manera limitada y cada unidad orgánica (limpieza pública, parques y jardines, comercialización, salud, servicios comunales, etc.) siguen haciendo más de lo mismo, sin una estrategia consensuada y articulada, en el interno y más aún sin liderazgo que genere sinergias con los otros actores locales.
En cuanto a la certifi cación GALS – Gestión Ambiental Local Sostenible, los especialistas de la Universidad Pacífico Joanna Kámiche y Daniel Anavitarte señalan en su artículo “La certifi cación ambiental: ¿las municipalidades se están volviendo «verdes»?” (Revista Punto de Equilibrio del CIUP . Centro de Investigaciones de la Universidad Pacífico, que sólo 109 municipalidades de 235 que se presentaron, lograron acceder a la acreditación GALS I: Adecuación básica normativa e institucional.